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Viaje a Suiza: mi experiencia en solitario

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Tardé mucho en empezar una aventura en solitario y descubrir nuevos países.

Viajar sola requiere mucho valor. Un viaje a Suiza fue mi primer destino en solitario. 

¡Te llevaré conmigo en mis recuerdos de junio de 2019!


¿Por qué elegí hacer un viaje a Suiza?

Quería ir sola, sí, pero tampoco a la otra punta del mundo.

En realidad, el objetivo era probar un primer destino fuera de Francia, pero cercano. Suiza está a sólo 2 horas de vuelo de Burdeos.

Verás, este viaje me llegó más por oportunidad que por deseo. 
Cuando me imaginaba un "viaje" no pensaba realmente en un viaje a Suiza. Lo único que podría haberme motivado de verdad habría sido los bombones chocolate, ¡porque tengo una verdadera adicción al chocolate! 

No, desde hace mucho tiempo los viajes evocan en mí la idea de evasión, de exotismo, de espacios abiertos, de una cultura distinta a la mía. Sin embargo, Suiza cuenta con grandes y magníficos espacios naturales y el norte tiene una cultura alemana marcada debido a su proximidad con el país germánico. 

A raíz de la unión de dos personas, que viven cerca de la frontera franco-suiza, se me ocurrió ir de viaje a Suiza

Llegué a Basilea, sólo 2h30 en tren, ¡el primer paso de mi estancia en solitario!


Descubrimiento de Basilea, la capital cultural de Suiza

Münsterplatz, Basilea

Basilea, o Basel en alemán, está situada en el noroeste de Suiza, en el cantón de Basilea-Ciudad.

Basilea es la tercera ciudad más poblada de Suiza, después de Zúrich y Ginebra. Atravesada por el Rin, Basilea es considerada la capital cultural de Suiza. De hecho, cuando miré el mapa turístico de Basilea, me di cuenta de la cantidad de museos que hay. Basilea es llamada "la ciudad de los 40 museos".

Estuve 3 días en Basilea y no pensaba visitar todos los museos de la ciudad.

Durante mi viaje a Suiza,también quería descubrir la orilla izquierda y derecha de Basilea a pie. Visité una galería fotográfica gratuita en la que exponían fotógrafos de todo el mundo, así como el Museo de las Culturas, situado en el casco antiguo, en la plaza de la Catedral.

Arquitectura suiza

En 3 días caminé mucho porque realmente quería ver tantos lugares como fuera posible. 

Afortunadamente para mí, el tiempo fue bastante bueno, excepto el primer día, en el que llovió como si estuviera en Galicia, pero iba equipada, ¡así que eso no me detuvo!


Lo que visité y lo que más me impresionó en Basilea

Vista de la catedral de Basilea
  • El Ayuntamiento en la plaza del mercado: Rathaus Basel-Stadt con sus colores, su baño de oro, sus increíbles frescos y su arquitectura gótico-renacentista;
  • El casco antiguo, con sus calles empedradas, casas antiguas y mansiones;
  • La catedral protestante de piedra arenisca roja de Nuestra Señora en la Münsterplatz;
  • El paseo por el Rin ;
  • La velocidad de la corriente del Rin;
  • El distrito de San Alban;
  • La limpieza de la ciudad ;
  • La influencia artística;
  • El lado cool y abierto de los habitantes.

Distrito de San Alban


Canoas en el Rin


Lo que me pareció práctico en Basilea durante mi viaje a Suiza 

  • El transporte gratuito para los turistas que se alojan en Basilea (incluso en una casa de huéspedes);
  • La proximidad de las atracciones turísticas;
  • La facilidad para visitar la ciudad a pie;
  • El tranvía y sus numerosas líneas que dan servicio al centro y a las zonas residenciales.


Dirección  Lausana en la Suiza francófona

Después de 3 días de intensa caminata en Basilea, continué mi viaje en solitario hacia la parte francófona de Suiza y la capital del cantón de Vaud: Lausana.

Tardé 3 horas en llegar en tren y me sirvió para descansar las piernas.

Durante todo el viaje no pude apartar la vista del paisaje porque lo encontré muy bonito. Vi algunos valles del Jura francés y luego el tren continuó tranquilamente hasta llegar a las alturas del lago de Ginebra.
Ante mis asombrados ojos, admiré la belleza del panorama que domina el lago y atraviesa los viñedos de las Terrasses de Lavaux, clasificadas como Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Francamente, no me esperaba una vista así en absoluto para mi viaje a Suiza. 
Creo que fui la única turista en el compartimento del tren porque fui la única que se levantó de su asiento, con el tren en movimiento, para hacer fotos. Además, el tiempo era magnífico, con mucho sol. ¡Qué alivio!

Hay que decir que Suiza en pleno mes de junio es una auténtica maravilla. El sol brilla, el tiempo es agradable y soleado (excepto si hay una tormenta en el lago, que yo experimenté con toda su fuerza).

El lago de Lausana
Lausana es definitivamente más deportiva que Basilea.
Hay más diferencia de altura porque Lausana se construyó sobre 3 colinas. Comprendí que estaba en una ciudad deportiva y que su título oficial de "capital olímpica" recaía en ella.


A decir verdad, no me lo pensé mucho a la hora de tomar la decisión de hacer la mayor parte de las visitas turísticas a pie, ya que el billete de autobús es muy caro.
Tomé el autobús el primer día que llegué para llegar a mi alojamiento y dejar mis cosas y a la vuelta de mi larguísimo paseo por el lago.

Paseo por el lago

Paseo por el lago Lemán

Quería ver de cerca este gran espacio acuático porque aún tenía en mente las imágenes del tren del viaje a Suiza. Sobre todo porque el tiempo era estupendo y no quería posponer el paseo hasta el día siguiente por miedo a un cambio repentino del tiempo.

Mochila, botella de agua y cámara de fotos preparadas, salgo para... ¡4 horas de caminata! También puedo decir que por la noche llegué al piso de rodillas.
No estaba planeado en absoluto y además me dejé llevar por el paseo. Cada vez, quería ver lo que se escondía detrás de esta o aquella esquina.

Paisaje del Lago Lemán
Ese día hice muchas fotos. Este paseo fue realmente relajante.

De camino, me desvié hacia el Museo Olímpico y su parque con vistas al lago. No fui a la exposición porque no entraba en mi presupuesto y quería estar fuera.


Descubrir el casco antiguo de Lausana

Yo también estuve 3 días en Lausana durante mi viaje a Suiza.

El segundo día decidí visitar la ciudad y allí también pude trabajar mis pantorrillas.

Pasé por diferentes distritos. Desde la ciudad antigua, con su catedral con vistas al lago Leman, hasta la ciudad moderna con sus tiendas.

Me di cuenta de que había muchos jóvenes en Lausana. La ciudad alberga varias universidades de calidad, como la Escuela Politécnica Federal y la Universidad. Entre las dos suman nada menos que 26.000 estudiantes al año.

Diría que Lausana es una gran ciudad (unos 420.000 habitantes) bastante animada.
A la gente le gusta salir con los amigos, pasear, ir de compras y tener una vida social plena.


¡Miedo en la ciudad!

El último día en Lausana fue, cómo decirlo... ¡tormentoso!

Estaba anunciado y lo sabía.
Así que, por la mañana, mientras el tiempo era bueno, hice un último viajecito al lago hasta media tarde.
Entonces, el tiempo se volvió malo y la tormenta llegó rápidamente a la ciudad. Las montañas del lado francés del lago eran de color tinta y el lago también. 
¡No me escapé! 

Me dirigí desde la parte baja de la ciudad hasta la alta (donde me alojaba) como pude, sabiendo que tenía que coger un plato "Too Good To Go" en un restaurante indio en el corazón de la ciudad. 
En fin, después de 2 horas llegué a casa completamente empapada y la anfitriona de mi viaje a Suiza se rió al verme llegar así. 

Recordaré este último día en Lausana.


Fin del viaje en Ginebra

Muelle de Ginebra
Mi pequeño viaje a Suiza termina en Ginebra, donde pasé el día antes de mi regreso a Francia.

Llegué a Ginebra por la mañana compartiendo coche por el lago Lemán. Rodeé la bahía hasta llegar al otro lado, y luego me dirigí a la antigua Ginebra para visitar las calles típicas, ver las casas de época y una iglesia protestante.

Me di cuenta de que hay muchas actividades acuáticas en torno al lago Lemán en Ginebra, pero también en Lausana (vela, barcos, cruceros entre Francia y Suiza, botes a pedales) que me recordaron un poco a la costa atlántica.

Actividades acuáticas en el lago Lemán


Vista de Ginebra



La ciudad de Ginebra
Después, volví a bajar por la ciudad moderna (el contraste es sorprendente), antes de dirigirme a la estación de tren hacia el aeropuerto.

Justo antes de llegar a la estación, descubrí una calle muy sorprendente, que contrasta totalmente con el ambiente de la ciudad de los negocios.
Una calle con persianas de colores, un poco de ambiente LGBT, paz y amor como en San Francisco pero durante un viaje a Suiza.
En resumen, ¡me ha encantado!
Todavía no había visto una "fiesta" en Suiza. Es cierto que el país tiene fama de ser bastante tranquilo en general y la gente es bastante discreta.

La Ginebra moderna


Las coloridas calles de Ginebra
En 10 minutos de tren, llego al aeropuerto internacional de Ginebra, ¡que es enorme!

Si no recuerdo mal, tardé 20 minutos en ir a pie desde el andén de la estación hasta el recinto principal del aeropuerto.

Por supuesto, pasé por la chocolatería porque no podía volver a Francia sin bombones suizos. No tenía mucho espacio en mi mochila, ¡pero cabía sin ningún problema!

También me sorprendió que mi avión despegara sobre el lago y que, al girar hacia Francia, me diera cuenta de que la enorme cordillera que culminaba por encima de las demás montañas que veía en la distancia no era otra que el Mont Blanc.

La vista era muy clara y era absolutamente mágica. Tengo recuerdos muy emotivos de ella.

Vista del Mont Blanc


Conclusión:

Esta primera experiencia en viaje a Suiza me enseñó mucho sobre mí misma. El hecho de que haya sido capaz de arreglármelas muy bien por mi cuenta y sobre todo de vivirlo con desprendimiento

Por último, cuando se tiene la capacidad de ir hacia los otros, ya no es un problema viajar solo. 
Me las arreglé bien en general, pero cuando necesité recurrir a los lugareños, ya fuera en Basilea o en Lausana, no tuve problemas para hacerlo. 

En Basilea, hablé en inglés durante tres días porque allí hablan alemán suizo. Sé que hay trabajadores fronterizos franceses en Basilea, pero deben haber estado todos en el trabajo jajaja. 
Y en Lausana y Ginebra se puede hablar francés sin problemas.

¿Conoces Suiza?

Gracias por su visita,
Julie

Julie

Traducido del francés por Inés El Aoufir

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