Para comenzar, ¿qué es el couchsurfing?
¿Sueñas con surfear en un sofá? Bueno, más o menos de eso se trata.
Dicho esto, no es seguro que flotes...
Bueno, no es broma, el couchsurfing es simplemente, en su traducción menos literal, el hecho de poder "dormir en un sofá" en el país de origen de alguien que se encuentra al otro lado del mundo.
Generalmente es gratuito, lo que lo diferencia completamente de Airbnb, el couchsurfing se ha desarrollado mucho en los últimos años y ha despertado un gran interés entre los viajeros que quieren conocer personas locales y viajar de forma económica de una punta a otra del país.
Irse de viaje puede ser estresante, sobre todo en lo que respecta a la organización, especialmente si te alojas con un local, como has visto en nuestra última batalla
entre dormir en un hotel o en casa de un local, pero sigue siendo una práctica muy popular.
A lo largo de los años se han creado
muchas plataformas que ofrecen este servicio, cada una con su propia particularidad.
Veamos cuáles son algunas de las ventajas y desventajas del couchsurfing:
Ventajas
Cuando practicas el couchsurfing y vas al extranjero, el anfitrión es una persona local que no necesariamente habla tu idioma. Así que no tienes más remedio que adaptarte intentando comunicarte.
Por supuesto, el idioma que se utiliza generalmente sigue siendo el inglés, que la mayoría de los anfitriones consiguen dominar en cierta medida. Basta de "dou you spik spanish", ¡es hora de hacer un esfuerzo! Si no, siempre podrás contar con el traductor de Google...
- Conocer formas de vida diferentes
Dormir en casa de una persona local es también compartir su vida cotidiana y descubrir la manera en la que vive esta persona, su cultura, sus costumbres, etc. Esto se aplica tanto a un viaje al otro lado del mundo como al otro lado de España y es sin duda una de las
buenas razones para viajar en solitario.
Cada persona tiene sus propias costumbres y al ser acogida por esa persona te corresponde adaptarte. Seguramente te sorprenderá ver a Carlos colgando la ropa para que se seque en medio de la cocina, pero al fin y al cabo es una aventura completamente humana. Sí, Carlos, no quería tener tu ropa interior de Pokémon delante de mis narices durante mi desayuno... Pero gracias por el alojamiento.
- Descubrir lugares y acontecimientos que sólo conocen los lugareños
Una gran ventaja del couchsurfing es que compartes la vida de alguien. Si un anfitrión te acoge, es porque a menudo quiere compartir contigo los mejores rincones de su región. ¡Adelante! Descubrirás la ciudad fuera de los lugares turísticos y tendrás acceso a eventos a los que sólo suelen estar invitados los lugareños.
Desde la fiesta del caracol hasta una hoguera en la playa o una excursión a una preciosa cascada escondida, hay muchas actividades en las que no habrías participado si no hubieras conocido a tu anfitrión.
- Aprender acerca ti misma y de lo que realmente te importa
Couchsurfing también consiste en darse cuenta de lo que es realmente importante para ti. Especialmente cuando te encuentras sola. A través de conversaciones con las anfitrionas o con los habitantes de tu destino, discutes, debates, ¡aprendes!
Tal vez, después de conocer a María, te encantó la idea de poder trabajar en una granja que de repente quieres dejarlo todo y convertirte en pastora de ovejas. O ese debate sobre paella o arroz a la valenciana, que no te parecía tan importante, y que finalmente te pareció lo más importante del mundo cuando te pusiste a discutir sobre ello durante horas con Katia.
En resumen, aprenderás lo que es importante para ti y lo que quieres desarrollar, y volverás siendo una persona diferente.
- Conocer a la gente de forma auténtica
La práctica en sí misma fomenta el intercambio. Los anfitriones que desean acoger a personas suelen estar motivados por el deseo de compartir, al igual que las personas que viajan. Esto hace que el encuentro sea aún más auténtico, porque te sumerges en la vida del anfitrión y al hablar refuerzas el vínculo que puedes crear con él.
Puede que te encuentres pasando las próximas Navidades en casa de Ana, quien se convirtió en tu super amiga después de tu último viaje. Pero lo que sí es seguro es que recordarás cada encuentro, por bueno o malo que haya sido.
En la mayoría de las plataformas de couchsurfing los anfitriones son totalmente voluntarios, no pagan nada por convertirse en anfitriones y no reciben ningún tipo de pago a cambio. Es un encuentro muy auténtico, ya que los anfitriones buscan realmente compartir con sus huéspedes. Esto también permite que quienes deseen viajar ahorren dinero durante su estancia al no tener que pagar por el alojamiento.
La práctica del Couchsurfing es realmente una experiencia increíble, sin embargo, también puede tener sus desventajas:
- La búsqueda de un anfitrión puede llevar mucho tiempo
Muchas veces suele pasar que quieres viajar pero ninguna de tus solicitudes tiene respuesta o son negativas.
Por ello, muchos usuarios que desean viajar envían numerosas solicitudes sin prestar mucha atención a lo que escriben y a quienes escriben. Un primer contacto no muy sincero.
Por el lado del anfitrión, si lo que quieres es recibir a alguien en tu casa, también puede ser un poco incómodo ver que el objetivo de tu potencial huésped es sólo encontrar alojamiento rápidamente y no el deseo de compartir una auténtica estancia contigo.
- Pone en contacto a las personas que quieren viajar con un anfitrión pero no encuentras el anfitrión adecuado
SisterHome pone en contacto a las viajeras con las anfitrionas, pero no las encuentra, ni las escoge por ellas. Eres libre de enviar tus peticiones a quien quieras, pero no esperes que la becaria de la plataforma lo haga por ti (o es demasiado amable). Si lo hacen, considera la posibilidad de agradecérselo enviándole galletas.
- A veces no tenemos noticias de nuestros anfitriones en el último momento
La búsqueda de un anfitrión lleva tiempo, pero una vez que hayas encontrado uno, puedes seguir teniendo algunos problemas, especialmente con Couchsurfing, que no lleva un registro de los intercambios entre tú y el anfitrión.
Estabas dispuesta a reunirte con Stéphanie en Mallorca (¡por cierto, tienes que viajar pronto a Mallorca, es un lugar increíble!) pero el día antes de tu partida ella cancela. Te ves obligada a buscar una alternativa de último momento. Peor aún, estás a punto de llegar pero tu anfitrión ya no te contesta. ¿Qué debes hacer, continuar el viaje o volver a casa y estar a salvo?
Traducido del francés por Leydis Durango Elles